AC05 - EPIGENETICA, POR ENCIMA DE LA GENETICA

La visión tradicional de la genética

La visión común de la genética viene de los tiempos de Darwin:

AC20 Aguila Atacando

El cuerpo es una maquina bioquímica controlada por genes.

Estos genes han evolucionado como resultado de una continua “lucha por la supervivencia” hasta formar parte intrínseca de nuestra memoria y nuestro ser.

Estamos condenados a continuar esta “lucha por la supervivencia” sin descanso, y a sufrir las enfermedades que los genes que hemos heredado nos deparan.

La nueva visión de la genética

Muchas personas comparten esta visión de los genes que ya ha sido descartada por la ciencia.

En primer lugar, muchos genes han evolucionado como resultado de experiencias de cooperación dentro y entre especies. De hecho, podemos ver el cuerpo humano (y de todos los seres vivos) como colonias de células (seres vivos) que se han agrupado en organismos especializados para cooperar y lograr funciones superiores que les ha permitido reproducirse y mejorar su supervivencia.

En segundo lugar, la visión de que los genes nos determinan es demasiado fatalista: a mi madre y a su madre les dio cáncer del seno, por lo tanto, me va a dar a mí. Algunas mujeres llegan hasta extirparse ambos senos cómo medida preventiva.

La realidad es que los genes no nos determinan. Un gene es solo un mapa para que el cuerpo pueda producir una proteína. En alguna etapa de la evolución de nuestra especie esta proteína cumplía un rol positivo y el cuerpo desarrolló la manera de producirlas, capturando como hacerlo en su memoria, es decir, en un gene, que representa las instrucciones (es decir, el mapa) de como producir la proteína.

CP12 Epigenetica

Somos capaces de crear (y modificar) genes

Todavía hoy en día, nuestro cuerpo crea memorias o genes nuevos: el sistema inmunológico genera nuevos genes (y almacena el mapa en su memoria, es decir en su DNA) para crear anticuerpos (proteínas) para combatir virus y bacterias que nos invaden. Si somos víctimas años después de otra invasión de las mismas bacterias o virus,  nuestro sistema inmunológico es capaz de generar rápidamente otra vez los anticuerpos usando estos genes que creó y almacenó.

Para que un gene se active necesita que se den las condiciones necesarias. Esa es la nueva visión de la EPI-GENETICA (EPI significa por encima de, en este caso, de los genes). Hay mecanismos en nuestras células, asociados a nuestro DNA, que activan los genes (utilizan el mapa que el gene representa para crear las proteínas correspondientes) de acuerdo con condiciones en el medio ambiente de las células; por ejemplo, por la reaparición de las bacterias que originalmente provocaron la creación de los genes que representan el mapa de los anticuerpos.

Activación o desactivación de genes

Esta activación o desactivación de genes (para producir proteínas) se da miles o millones de veces cada día afectando positiva o negativamente el funcionamiento de grupos de células especializadas.

Por ejemplo, la enfermedad de Parkinson es influenciada por varios genes, algunos con acción positiva otros negativas, operando sobre un grupo de células en el cerebro conocido como substantia nigra. Con suficientes factores que activen los genes negativos, con el tiempo estas células sufren cambios que entorpecen su función normal y hasta mueren.

Se cree que procesos oxidantes que afectan las plantas energéticas de nuestras células (organismos dentro de las células llamados Mitocondrias) son responsables de activar estos genes negativos y causar la muerte (apoptosis) en las células que forman la región de substantia nigra en el cerebro asociada con el mal de Parkinson. Afortunadamente hay billones de estas células (el cuerpo se compone de unos 50 trillones de células) lo que nos da el tiempo y la oportunidad para parar o disminuir el progreso de la enfermedad si cambiamos las condiciones que están activando estos genes negativos.

Está a nuestro alcance activar genes buenos y desactivar los malos (causados en nuestro pasado evolutivo quizás por mutaciones). Por lo general, no estamos predestinados a sufrir ciertas enfermedades.  Si cambiamos nuestro estilo de vida, reduciendo los factores negativos que nos afectan y aumentando los positivos, podemos activar los genes buenos y/o desactivar los genes malos, reduciendo la probabilidad de que suframos la enfermedad o progrese la misma (en este caso Parkinson), y mejorando nuestra salud. S no podemos para el desarrollo de la enfermedad por lo menos al fortalecer nuestro cuerpo podemos resistir mejor muchas de estas enfermedades.


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