Emociones estresantes
Nuestro estrés y nuestras emociones son factores importantes en nuestra salud cardiaca. El estrés inunda nuestro cuerpo con las hormonas cortisol y adrenalina. Si el estrés es crónico, muy frecuente en nuestra vida moderna, con el tiempo una dosis crónica de estas hormonas puede provocar diversos síntomas como palpitaciones cardiacas, ulceras, etc. Si el estrés sube repentinamente a causa de una emoción negativa (ira, temor, envidia, ansiedad, etc.), puede provocar derrames cerebrales y ataques cardiacos, especialmente en aquellos que ya poseen un cuadro de arteriosclerosis u otras enfermedades cardiacas.
Es necesario evitar y/o reducir el estrés y las fuertes emociones negativas. En el siguiente articulo, el Dr. Stephen Sinatra presenta 15 acciones que podemos tomar para reducir el estrés.
Emociones: el factor de riesgo oculto de las enfermedades cardíacas
17/01/2018 | 9 min. leer
Conozca al Dr. Stephen Sinatra
El Dr. Stephen Sinatra es un cardiólogo y nutricionista muy respetado y solicitado con más de 30 años de práctica clínica, investigación y estudio. Su enfoque integrador de la salud del corazón se centra en reducir la inflamación en el cuerpo y maximizar la capacidad del corazón para producir y utilizar energía. |
Dr. Stephen Sinatra
Al principio de mi carrera, como parte de mi esfuerzo por comprender cómo nuestras emociones afectan la salud del corazón, me formé como psicoterapeuta. Descubrí entonces que nuestro corazón es mucho más que una bomba.
Todos conocemos los dichos, "tocaste mi corazón", "me robaste el corazón" y "mi corazón está roto". El corazón es el único órgano del cuerpo que tiene un significado tan cargado de emociones. Pero lo que es más importante, estos dichos no son simplemente imágenes; pueden describir eventos médicos, físicos y reales en el corazón. El "corazón pesado" que viene con la tristeza, por ejemplo, en realidad puede provocar dolor en el pecho.
Nuestras emociones y nuestro estrés son factores de riesgo de enfermedad cardíaca mucho mayores de lo que reconocemos. Cuando está estresado, el cuerpo se inunda con las hormonas cortisol y adrenalina. Con el tiempo, una sobredosis de estas hormonas puede provocar síntomas como palpitaciones cardíacas, úlceras, derrames cerebrales o ataques cardíacos . Entonces, aunque podamos decirnos a nosotros mismos que no estamos tan molestos como pensamos, nuestras emociones se manifiestan de otras maneras.
En pocas palabras, el cuerpo nunca miente. No descuide los factores emocionales de riesgo de enfermedad cardíaca. ¿Cómo puede reducir esos factores estresantes? Aquí hay 15 formas de evitar que las emociones pongan en riesgo su corazón.
- Explore su ira.La ira es el talón de Aquiles del sistema cardiovascular, un desencadenante de problemas graves, incluido un ataque cardíaco. Sus vasos sanguíneos se contraen y su presión arterial aumenta. Las corrientes eléctricas que llegan a su corazón se vuelven inestables. Y si tiene placa arterial, la ira es como arrojar un fósforo en una lata de gasolina. La placa puede romperse y los coágulos resultantes pueden matarlo.
Una de las mejores formas de evitar que la ira se convierta en un factor de riesgo de enfermedad cardíaca es liberarla. Encuentra un lugar de soledad y grita, grita o llora. Hable con un amigo o visite a un psicoterapeuta experto para trabajar con su ira. O intente torcer toallas, golpear pelotas de tenis o golpear almohadas. También es útil preguntarse por qué se siente enojado. Reconozca que no puede ser eficaz cuando está poseído por la ira. Si comprende por qué está llegando a un punto tan emocional, podrá identificar y evitar mejor esos factores desencadenantes. - Aprovecha el poder de un buen llanto.Si se pregunta cómo reducir el estrés, no descarte el poder del llanto. El llanto no solo descarga los efectos de la tristeza y la ira de nuestros cuerpos, sino que las lágrimas en sí también contienen toxinas y hormonas del estrés que luego se excretan del cuerpo cuando lloramos. Además, el llanto estimula la producción de endorfinas, que son las hormonas analgésicas naturales de nuestro cuerpo y hormonas para "sentirse bien" que pueden ayudar a reducir los niveles de estrés. Además, los sollozos mejoran la respiración saludable. Estas son solo algunas de las razones por las que nos sentimos aliviados después de un buen llanto.
- Prueba las imágenes mentales.La relación entre imágenes mentales, relajación, respuestas fisiológicas y comportamiento se ha documentado en muchos estudios científicos. Se ha demostrado que una técnica llamada relajación con imágenes guiadas (RGI), por ejemplo, reduce los síntomas de taquicardia, dificultad para respirar y apriete de la mandíbula.
Para hacer esto en su vida diaria, simplemente imagine que está experimentando algo y permita que su cuerpo reaccione como si el evento que está imaginando realmente estuviera sucediendo. Me gusta concentrarme en un momento pasado de intensa alegría. Cuando se enfrente a un momento estresante, visualice un momento en el que se sintió feliz fuera de este mundo. Esto podría ser el nacimiento de un hijo, un compromiso o matrimonio, o ser reconocido por un logro. La clave es elegir un evento que despierte sentimientos positivos. Luego, regrese a ese momento: siéntalo, huela, pruébelo y vívelo de nuevo. Las emociones positivas que siente anularán eficazmente las negativas, haciendo que las imágenes mentales sean una forma poderosa de reducir el estrés, un factor de riesgo crítico para las enfermedades cardíacas. - Escuche "Música curativa".La melodía, el tono, el tiempo y el ritmo de ciertos tipos de música, particularmente clásica y barroca (incluido el “Canon de Pachelbel” y el “Canto” de los monjes benedictinos de Santo Domingo de Silos), pueden calmar la mente y reducir el estrés.
La conexión es simple: la mayoría de las partituras de música clásica oscilan entre 60 y 140 latidos por minuto. El corazón en reposo late aproximadamente de 50 a 80 veces por minuto, por lo que parecería que los puntajes calmantes en este rango inducen la calma. Para relajarse y reducir sus factores de riesgo de enfermedades cardíacas, intente escuchar las siguientes piezas musicales:
Bach: Concierto de Brandenburgo n. ° 4, segundo movimiento
• Bach: Suite orquestal n. ° 2, Sarabande
• Holst: The Planets Suite, "Venus"
• Ravel: Mother Goose Suite, primer movimiento
El poder curativo de la música también proviene de su capacidad para estimular el lado derecho del cerebro, que piensa en imágenes. Creo que esta parte creativa e intuitiva del cerebro debe ejercitarse para que realmente se produzca la curación. - Aprovecha el poder curativo del Reiki.Esta terapia de energía ancestral (pronunciada "clave de rayo") se basa en la creencia de que la energía vital universal está presente en todos los seres, y que el campo de energía único de cada individuo impregna el cuerpo y se extiende varios centímetros hacia afuera, en lo que se llama un "aura".
En una sesión de Reiki, un practicante capacitado coloca sus manos cerca del cuerpo para involucrar este campo de energía. Los clientes permanecen completamente vestidos, en posición reclinada o sentada. El practicante mueve cuidadosamente sus manos sobre diferentes partes del cuerpo del cliente para concentrar el flujo de energía en varias áreas. Este movimiento de energía puede promover el bienestar general, abordar estados emocionales específicos y ayudar a mitigar los factores de riesgo emocionales de las enfermedades cardíacas. - Practica Yoga.Cuando se practica con regularidad y a largo plazo, el yoga puede ayudar a reducir la presión arterial y otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los estudios de adultos hipertensos con y sin enfermedad coronaria han demostrado que las intervenciones basadas en el yogapueden reducir la necesidad de medicación. El yoga tampoco requiere un gran compromiso de tiempo: se ha demostrado que solo 30 minutos de yoga al día disminuyen la presión arterial.
- Practica Tai Chi.Si se pregunta cómo reducir el estrés, el tai chi es uno de los métodos más poderosos que puede probar. A veces llamado "meditación en movimiento", el tai chi es una serie de posturas y movimientos que se realizan de forma lenta y elegante. Además, utiliza técnicas de respiración que inducen un estado de relajación y tranquilidad.
Si se realiza con regularidad, el tai chi puede ayudar a reducir importantes factores de riesgo de enfermedad cardíaca. En un estudio de 76 personas sanas que tenían presión arterial normal alta o hipertensión en etapa 1, se demostró que el tai chi disminuía la presión arterial y la ansiedad después de que los participantes lo habían practicado durante 50 minutos, tres veces a la semana durante 12 semanas. - Recibir un masaje. Esta forma de trabajo corporal ayuda a las personas a disminuir su frecuencia cardíaca, presión arterial y estrés, eliminando tres factores de riesgo de enfermedad cardíaca. Las investigaciones confirman los muchos beneficios del masaje, incluido el simple alivio del estrés, la liberación de endorfinas (que contrarrestan el dolor) y una función inmunológica mejorada.
- Practica la meditación. La simple meditación puede contrarrestar la liberación crónica de cortisol. Para meditar, cierra los ojos y di una frase que tenga significado para ti en silencio mientras exhalas. Si un pensamiento perdido le viene a la mente mientras medita, no trate de forzarlo a salir. En lugar de eso, vuelve a concentrarte en tu frase con suavidad. Para reducir el estrés, use esta técnica durante 10 a 15 minutos, una o dos veces al día, o según sea necesario.
También puede probar la Meditación Trascendental (MT). Un amigo mío comenzó a practicar la MT hace 30 años después de desarrollar presión arterial alta relacionada con el trabajo. En un mes, su presión se normalizó. Treinta años después, todavía medita con regularidad y su presión arterial es de 120/60 juvenil. Docenas de estudios publicados han demostrado que la MT tiene un efecto poderoso sobre el corazón y la salud en general, reduciendo sus factores de riesgo de enfermedades cardíacas. También se ha descubierto que la TM mejora significativamente la variabilidad de la frecuencia cardíaca. - Participe en la oración.Las prácticas espirituales reducen el estrés, sin duda alguna. En una conferencia en la Escuela de Medicina de Harvard, se citó una investigación que mostraba que las personas que asisten a la iglesia con frecuencia u oran con regularidad, tienen tasas más bajas de enfermedades cardíacas, hipertensión y suicidio. Cuando incluye la oración en su vida diaria, puede volverse más abierto a la vida, menos rígido y más centrado. Además, puede que le resulte más fácil resolver sus problemas y hacer frente a situaciones estresantes.
- Aprende a decir no." Siempre complacer a los demás es un rasgo maravilloso; sin embargo, podemos sentirnos abrumados y fatigados fácilmente en el proceso. Diga "no" cuando se enfrente a una solicitud que crea que probablemente será demasiado estresante o que llevará mucho tiempo. No siempre puedes complacer a todos. Además, nadie te respetará a menos que te respetes a ti mismo y a tu tiempo personal.
- Pase tiempo con las mascotas. Las investigaciones confirman lo que probablemente ha sabido todo el tiempo: los animales, especialmente aquellos con los que ha tenido una relación a largo plazo, ¡pueden ser buenos para su salud! Se ha descubierto que la tasa de supervivencia de las personas que sufren un ataque cardíaco es cuatro veces mayor entre los que abandonan el hospital y se van a casa con una mascota cariñosa que entre los que vuelven a casa con una casa vacía o un cónyuge crítico.
Una lección que podemos aprender de los animales es que son mucho más inteligentes que las personas cuando se trata de estrés. Saben cuándo alejarse de una situación potencialmente desesperada que amenaza su bienestar. Por ejemplo, cuando las cosas se ven sombrías, los gatos simplemente se dan la vuelta, se sacuden y se van a un lugar apartado. Tienen una habilidad innata para desconectarse del medio ambiente y para volverse distantes en situaciones intolerables. En una nota similar, no tienen miedo de decir "no", y se alejan cuando no pueden manejar la estimulación adicional.
Los niños se ríen una media de 400 veces al día; adultos, solo 15. En algún momento del camino hacia la edad adulta, perdemos la capacidad de reír 385 veces al día. Para reducir el estrés y los riesgos cardíacos, aumente su cociente de risa con videos de comedia o jugando con sus nietos. En un estudio que duró más de un año, los pacientes cardíacos que veían un programa de comedia a diario tenían niveles de hormonas del estrés y lecturas de presión arterial significativamente más bajos, y necesitaban menos medicamentos.
Este puede parecer extraño, pero una de las cosas más desalentadoras que he descubierto durante años de práctica médica es que los adultos ya no saben cómo jugar. Cuando les pregunto a mis pacientes cómo juegan, a menudo me miran con una expresión en blanco. O dicen que juegan al golf o al tenis. Pero las actividades deportivas no son realmente un juego. Los deportes pueden ser divertidos, pero no son realmente curativos porque implican rendimiento, competencia y la necesidad de ganar. El verdadero juego es espontáneo, no tiene una agenda o reglas establecidas, ni siquiera un resultado deseado. Cuando jugamos, nos volvemos totalmente libres. Absortos en el momento, nos sacan de la cabeza y nos introducen en nuestros cuerpos.
Para reducir el estrés y los riesgos cardíacos, vuelva a estar en contacto con la parte lúdica de usted mismo observando a los niños y viendo lo que hacen. Mejor aún, juegue con un niño y deje que él o ella marque el tono. Intente columpiarse en un columpio, hacer burbujas, pintar con los dedos o jugar a atrapar.
Finalmente, hágase una pregunta. Cuando sienta que su nivel de estrés aumenta, pregúntese:
"¿Vale la pena morir por esto?" Les puedo asegurar que no lo es.